Han intentado clavarme un cuchillo en el pecho.
Es una locura. Y más cuando te cuente la historia.
Creo que todo ha sido por un post en el que compartía mis razonamientos por los que Dios no existe y que Instagram me censuró.
Decir que soy ateo y compartirlo en abierto con mis seguidores no le gusta a mucha gente.
Sólo tienes que leer los comentarios de ese post o de este vídeo que publiqué en YouTube.
Algunos me ven como el diablo y sin duda en ocasiones me planteo si merece la pena meterme el líos compartiendo mis creencias, y más cuando lo que más consigo con estas cosas es perder seguidores, recibir odio y perder alcance en las siguientes publicaciones.
En este episodio de “El podcast de Instagram” explico lo que realmente sucede cuando publico algún contenido polémico en Instagram.
La cosa es que también recibo mensajes de agradecimiento por compartir mis ideas.
Parece que mucha gente quiere compartir sus creencias pero no lo hace por miedo. Saben que muchos van a insultarles y amenazarles y piensan que no merece la pena gestionar todo ese odio, por lo que prefieren estar callados.
La mayoría de los creadores de contenido prefieren no meterse el líos ya que esto afectaría a su negocio de forma negativa y muchas personas no les comprarían y perderían patrocinadores e ingresos.
Y esto es así.
Aunque también habría gente con las mismas creencias que empatizarían más y por tanto podrían comprarte más.
En mi caso la verdad es que no he notado ningún incremento de ventas por parte de ateos y sí he visto como algunas personas decidían no comprarme o darse de baja de mis membresías al descubrir soy ateo.
Bueno, el caso es que estaba en una casa con mucha gente. Era como una fiesta.
Iban a meter los platos y cubiertos en el lavavajillas después de la fiesta y yo decidí ordenar los todos cubiertos y meterlos dentro.
En ese momento un chico saltó como loco, cogió un cuchillo del lavavajillas y le lanzó sobre mí intentando clavármelo en el pecho.
Yo le agarré del brazo para pararle y forcejeamos un momento.
El resto de personas que estaban en la cocina se lanzaron sobre él para detenerle.
Yo le grité preguntándole qué hacía, a lo que el individuo me respondió que él era el que se encargaba de poner los cubiertos en el lavavajillas.
Yo me quedé tan sorprendido como tú. Le dije que los metiera él. Que a mí me daba igual. Que solo estaba ayudando.
Justo después de eso me desperté.
El caso es que ese sueño lo he tenido después de recibir un mensaje en el que me preguntaban si temía por mi vida después de recibir esos comentarios de odio sobre mí.
No temo por mi vida pero sin duda un loco en algún momento podría hacer algo parecido a lo que he vivido en mi sueño.
¿Merece la pena comunicar al mundo que soy ateo y compartir mis razonamientos? ¿O será mejor callarme y seguir hablando sólo de marketing como me dicen muchos?
Yo hice la comunión, la confirmación e incluso me leí la Biblia pero hace unos años decidí hacerme ateo. Lo vi muy claro cuando decidí hacerme algunas preguntas difíciles e investigar sobre la historia de las religiones y la psicología humana.
He cambiado muchas de mis creencias a lo largo de la vida y sobre todo me empecé a hacer preguntas y a investigar sobre muchos asuntos gracias a que algunos decidieron no callarse.
Sin esas personas yo viviría engañado sobre muchos aspectos importantes de la vida.
No es agradable que te juzguen y amenacen por compartir lo que piensas pero aún vivimos en una sociedad anclada en el pasado con creencias muy arraigadas y cuando alguien muestra otras opciones se sienten amenazados y atacados.
Pero sobre todo la gente teme hacerse preguntas y descubrir que estaban equivocadas, porque eso les haría hacerse más preguntas y sobre todo cuestionarse qué clase de vida han tenido, posiblemente basada en creencias erróneas.
Y darse cuenta de que su pasado ha sido una mentira, aceptarlo y cambiar no es fácil porque les haría cuestionárselo todo.
Aceptar que no somos especiales ni únicos, que cuando te mueres vas al mismo lugar en el que estabas antes de nacer, o que no vamos a vivir eternamente no es fácil (a no ser que la ciencia solucione el problema de la muerte).
Yo también preferiría que el mundo no fuera así. Preferiría creer en la magia. Pero acepto la realidad y eso me hace más libre y feliz.
Nuestro ego hace todo lo posible para crear la realidad que le interesa.
Por eso decidí crear el podcast “Los últimos días” en el que comparto mis creencias y aprendizajes sin filtro.
No es para todo el mundo. Diría que sólo el 1% es capaz de escucharlo.
Mucha gente odia ese podcast. Unos pocos lo adoran.
Borja Girón
Consultor de Marketing Radical